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En un momento crucial para la política laboral regional, Alejandro Martínez Araiza, secretario general del Sindicato Nacional Alimenticio y del Comercio (SNAC), alza la voz con una propuesta audaz: usar la revisión del T-MEC como palanca para una revolución laboral duradera.
Sus prioridades para el Capítulo Laboral incluyen:
Formalización total del empleo en México.
Contratos marco regionales por sector.
Homologación trilateral de leyes, criterios y sanciones.
Fortalecimiento del Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida (MLRR): universal, eficaz y automatizado.
Protección de sindicatos auténticos frente al «terrorismo laboral».
Sobre la inminente automatización y el avance de la Inteligencia Artificial (IA), Alejandro Martínez Araiza plantea una visión con enfoque humanista y ético:
“La tecnología al servicio del trabajador, no el trabajador al servicio de la tecnología”.
Sus propuestas clave:
Derecho a la estabilidad laboral y a la reconversión profesional.
Participación sindical en la adopción tecnológica.
Creación de Comités Mixtos por sector.
Establecimiento de un impuesto tecnológico y un Fondo de Justicia Laboral.
Creación de una Autoridad Nacional de Ética Tecnológica.
Un Observatorio Trilateral de IA y Trabajo.
Garantía de libertad sindical digital y protección de datos personales.
Durante los “Diálogos Sindicales: la Revisión del T-MEC”, varias organizaciones independientes, como ASPA y el Frente Auténtico del Trabajo (FAT), entregaron al gobierno el documento:
«Desde la acción sindical hacia políticas comerciales justas», que incluye recomendaciones específicas para fortalecer el Capítulo Laboral del tratado.
El líder del SNAC respaldó la iniciativa y coincidió en que México debe avanzar hacia un modelo laboral con bienestar regional compartido, alineado con Estados Unidos y Canadá.
El dirigente sindical también propuso una agenda laboral centrada en la dignidad humana y el núcleo familiar como pilar económico:
Trabajos formales y bien remunerados.
Derechos laborales accesibles y exigibles.
Un ecosistema sindical transparente y autónomo.
Condiciones laborales que aseguren una vida digna a cada familia mexicana.
Además, subrayó la necesidad de revalorar los valores judeocristianos occidentales como base moral del trabajo y la economía regional.
En un tono firme pero conciliador, Alejandro Martínez Araiza cerró su intervención con un llamado claro:
“Hoy vivimos una coyuntura histórica. Con el apoyo de nuestros aliados del norte podemos lograr lo que internamente no hemos querido o podido”.
Y remató con una exhortación a líderes, sindicatos y gobiernos:
Unidad.
Humildad.
Determinación.
Crecimiento integral de las personas, más allá de su rol como fuerza laboral.
Su visión sitúa a México en una posición estratégica para liderar una transformación laboral en América del Norte, donde los derechos de los trabajadores y la justicia social sean parte integral del modelo comercial regional.
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