Agosto es un mes especial para quienes disfrutan de la astronomía. Los cielos despejados y la combinación de fenómenos celestes convierten las noches en una sala de proyección natural. Entre todos los eventos, la lluvia de meteoros Perseidas ocupa un lugar central. Este 2025, alcanzará su punto máximo la noche del 12 y la madrugada del 13 de agosto, ofreciendo destellos cósmicos que han fascinado a generaciones.
Además de las Perseidas, el mes incluye conjunciones planetarias, la Luna Llena del Esturión, la máxima visibilidad del asteroide Pallas y noches sin luna ideales para ver galaxias. Es una agenda astronómica tan intensa que vale la pena planear con antelación.
En México, el espectáculo será visible desde casi todo el territorio, aunque los mejores lugares serán aquellos alejados de la contaminación lumínica. Estados como Baja California, Chihuahua e Hidalgo podrían ofrecer vistas privilegiadas si el clima coopera.
Las Perseidas están activas del 17 de julio al 23 de agosto, pero su pico de actividad se espera entre las 02:00 y 05:00 horas del 13 de agosto. En condiciones ideales, se pueden ver hasta 100 meteoros por hora. Este año, la Luna gibosa menguante reducirá esa cifra, aunque los meteoros más brillantes seguirán visibles.
El radiante —la zona del cielo de donde parecen surgir— se ubica en la constelación de Perseo, hacia el noreste. Sin embargo, los meteoros pueden aparecer en cualquier dirección, así que lo mejor es tener una visión amplia del cielo.
La NASA recomienda observar desde un lugar oscuro y permanecer al menos 30 minutos sin exposición a luces intensas para que la vista se adapte. No se necesita equipo especializado: basta con una manta o silla reclinable y paciencia.
Entre las recomendaciones clave para esta noche:
Buscar sitios rurales o zonas sin alumbrado público.
Consultar el pronóstico del clima.
Evitar usar celulares o linternas blancas.
Usar ropa abrigadora y cómoda para la espera.
Si no puedes observar el 12 o 13 de agosto, aún podrás ver actividad entre el 10 y el 14, e incluso días antes o después, aunque con menor intensidad.
El mes de agosto no solo ofrece las Perseidas. En 2025, coinciden varios eventos que enriquecen la experiencia de mirar al cielo:
Asteroide Pallas en su máximo brillo (10 de agosto): uno de los cuerpos más grandes del cinturón de asteroides, observable con telescopios.
Desfile de seis planetas (10 de agosto): Mercurio, Venus, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno alineados.
Conjunción de Venus y Júpiter (12 de agosto): visible antes del amanecer, con ambos planetas brillando muy cerca uno del otro.
Mercurio en su máxima elongación (19 de agosto): uno de los mejores momentos del año para verlo antes del amanecer.
Conjunción múltiple (21 de agosto): Luna, Mercurio, Venus y Júpiter juntos en el horizonte este.
Noche sin luna (23 de agosto): ideal para observar galaxias, cúmulos y nebulosas.
Estos fenómenos pueden disfrutarse sin conocimientos técnicos, y cada uno añade una capa de asombro al calendario celeste.
Para disfrutar al máximo de las Perseidas y otros eventos de agosto, la clave es la preparación. La observación es mejor en lugares sin luces artificiales, con clima despejado y lejos del ruido urbano.
Si quieres fotografiar la lluvia de meteoros, los expertos sugieren:
ISO 1600 o superior.
Apertura f/2.8 o menor.
Exposición de 15 a 30 segundos.
Formato RAW para mayor flexibilidad de edición.
Enfoque manual hacia el infinito.
No es necesario seguir todos los meteoros con la cámara. Lo ideal es encuadrar un área amplia del cielo y dejar que la magia ocurra.
Ver una estrella fugaz no es solo un acto astronómico: es una experiencia cultural y emocional. Desde la antigüedad, las Perseidas han inspirado leyendas, como las “Lágrimas de San Lorenzo”, asociadas a deseos y buenos augurios. Aunque no haya evidencia científica que respalde estas creencias, forman parte del encanto de la observación.
La lluvia de meteoros Perseidas es mucho más que un fenómeno óptico. Representa un momento para reconectar con la naturaleza, sentir la magnitud del universo y reflexionar sobre nuestro lugar en él. Cada destello que cruza la noche es un fragmento del cometa Swift-Tuttle, viajando desde el pasado para regalarnos segundos de luz.
En 2025, incluso con la presencia de la Luna, la lluvia promete momentos memorables. No importa si observas desde un campo abierto o desde una azotea en la ciudad: lo esencial es mirar, esperar y dejarse sorprender.
Agosto será un mes para levantar la vista y sumarse a una coreografía cósmica que, año tras año, nos recuerda que somos parte de un sistema vivo y en constante movimiento.
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