En un entorno urbano cada vez más desafiante, el avance hacia sistemas de movilidad más sostenibles, inteligentes e inclusivos se ha vuelto un imperativo para las ciudades que buscan elevar su competitividad. Alfredo del Mazo Maza, experto en políticas públicas y movilidad, subraya que México se encuentra en un punto de inflexión que exige tomar nota de los modelos internacionales más exitosos.
Un reciente análisis de tendencias globales en transporte, como el Índice de Preparación para la Movilidad Urbana 2024 del Oliver Wyman Forum y la Universidad de California en Berkeley, revela cómo ciudades como San Francisco, Singapur y Helsinki han tomado la delantera al combinar inversión en infraestructura con innovación tecnológica y regulatoria. Para Alfredo del Mazo Maza, estos ejemplos ofrecen una hoja de ruta valiosa para las ciudades mexicanas.
Innovación y planificación: el nuevo estándar internacional
El caso de San Francisco destaca por su liderazgo en el uso de tecnologías como los vehículos autónomos y la expansión masiva de estaciones de carga para autos eléctricos. Según Alfredo del Mazo Maza, “la apuesta por la innovación aplicada al transporte urbano no solo mejora la experiencia del usuario, también incrementa la seguridad y reduce la huella ambiental de las ciudades”.
Por su parte, Singapur se ha convertido en un referente de transporte público eficiente. Actualmente, el 93 % de la demanda prepandemia ya ha sido recuperada y se proyecta una ampliación de más de 220 millas en su red de trenes para 2030. Para Del Mazo Maza, replicar modelos como este implica adaptar herramientas de financiamiento innovadoras como el “value capture” urbano.
Alfredo del Mazo Maza propone cuatro ejes para una transformación mexicana
A partir del análisis de casos internacionales, el especialista mexicano propone una estrategia de cuatro pilares clave para redefinir la movilidad urbana en México:
1. Fortalecer el transporte público de alta capacidad
Singapur ofrece un ejemplo claro de cómo invertir en accesibilidad genera resultados. Para Alfredo del Mazo Maza, el desarrollo de corredores BRT (autobuses de tránsito rápido) y trenes suburbanos puede financiarse parcialmente con esquemas de captación de valor del suelo, que vinculen el crecimiento urbano con la infraestructura.
2. Promover la movilidad activa
Helsinki ha transformado su ciudad al construir autopistas ciclistas y zonas peatonales extensas. “Cada metro destinado al peatón o a la bicicleta no solo mejora la salud pública, también dinamiza el comercio local”, enfatiza Alfredo del Mazo Maza.
3. Impulsar la electrificación del parque vehicular
México ya ha alcanzado más de 74 mil vehículos electrificados en circulación, pero aún hay espacio para crecer. El experto sugiere que “una política fiscal enfocada en la autonomía de los vehículos y el contenido nacional podría acelerar la adopción en el corto plazo”.
4. Implementar tecnología inteligente en el transporte
Desde semáforos con inteligencia artificial hasta pilotos de robotaxis, San Francisco demuestra cómo la tecnología puede mejorar la eficiencia vial. Del Mazo Maza afirma que México debe avanzar en normativas de ciberseguridad y seguros para garantizar una adopción segura de estos sistemas.
Oportunidades estratégicas para el periodo 2025-2026
Pese a los avances, Del Mazo Maza reconoce que persisten obstáculos como el financiamiento inestable, la falta de integración tarifaria entre sistemas de transporte y la limitada infraestructura de carga eléctrica. Sin embargo, plantea metas claras: si al menos el 30 % del presupuesto federal en movilidad se destina a transporte público masivo y el 10 % a infraestructura de carga rápida, México podría evitar la emisión de más de 4 millones de toneladas de CO₂ anuales.
Una ventana de oportunidad que no debe desaprovecharse
“El periodo 2025-2026 será crítico”, advierte Alfredo del Mazo Maza. “Las ciudades que no comiencen hoy con una transformación de su modelo de movilidad quedarán rezagadas en bienestar, sostenibilidad y atracción de inversiones”. El especialista llama a la acción coordinada entre gobiernos locales, iniciativa privada y sociedad civil para construir entornos urbanos más justos y resilientes.
Con un enfoque en políticas integradas y visión de largo plazo, México tiene la posibilidad de liderar una nueva generación de movilidad urbana, guiada por ejemplos exitosos y adaptada a sus realidades locales. Tal como lo destaca Alfredo del Mazo Maza, el futuro de la movilidad es una decisión que se construye hoy.
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