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Taller de Pelucas Oncológicas responde a demanda de pacientes con cáncer

Hoy en día el cáncer es un problema de salud pública que representa una prioridad y un desafío en el contexto de las enfermedades crónicas no transmitibles.

El proyecto de pelucas oncológicas nace como un proyecto que integra personas de diversas profesiones y ocupaciones con el propósito de apoyar a quienes transitan un proceso de cáncer en el Instituto Estatal de Cancerología y se hace prioritariamente otorgando de manera gratuita prótesis capilares de cabello natural confeccionadas en el Banco y Taller de Pelucas Artesanales Oncológicas.

Nora Patricia Ríos de la Mora, responsable del Banco y Taller de Pelucas Artesanales Oncológicas del Instituto Estatal de Cancerología, compartió que actualmente el Taller opera básicamente con la colaboración de la sociedad; y ha respondido a la demanda porque se estableció una cultura de la donación de cabello.

“Hay quien dona su cabello, o tiempo para venir ayudar a elaborarlas. Y hay quien dona insumos o materiales que se requieren el proyecto de la elaboración de las pelucas”, explicó Ríos.

El proyecto nace a finales del año 2017 como una recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En aquel tiempo México a nivel federal, hizo la recomendación a los estados para que se instalaran los talleres, y Colima fue el primero que se inscribió en esta propuesta. Desde entonces quedó instalado este taller en Cancerología.

Caída de pelo en pacientes con cáncer

Según la OMS, el 90 por ciento de los nuevos casos con esta enfermedad ocurren en países con bajos ingresos económicos, por lo que un tratamiento de cáncer compromete el estado de salud físico, psicológico, económico, social y espiritual de los pacientes, acompañantes y familias.

Se asevera que uno de los efectos secundarios de los tratamientos de quimioterapias y la radioterapia es la caída del cabello, generando en algunos pacientes baja autoestima, ya que agudiza el sentido de exclusión social, del sentido de la vida y el estrés económico.

La Doctora señaló que la misión es proporcionar de manera gratuita la peluca para las personas con cáncer. “Porque una persona que tiene cáncer se ve impactada de muchas maneras, obvio en salud, pero también a nivel emocional, económico, familiar y social, tomando en cuenta que el tratamiento del cáncer puede requerir un periodo largom entonces exige mucho de las personas y de las familias que apoyan al paciente”.

En ese sentido, Ríos de la Mora expresó que, por la parte emocional y psicológica, se vio que las pelucas de cabello natural tienen un impacto favorable para el paciente, porque recupera una parte de lo que se perdió en el tratamiento, que es justamente el cabello y, por otra parte, en lo que económico, la persona no se ve afectada en su economía.

“Una estilista que consulté decía que una peluca de cabello natural podría tener distintos costos dependiendo del largo. Que el costo para la persona oscilaba entre los 10 o 15 mil pesos. Entonces si las damos gratis, abonamos un poco al impacto que tiene en las personas de verse de pronto sin cabello. Y en la economía porque ese dinero no se distrae y se enfoca en otras cosas”.

Detalló que con el tiempo han construido una especie de kit compuesto por la peluca, una cabeza de unicel, shampoo, y regalan una crema para peinar y nutrir el cabello.

“La peluca va acompañada con una cabeza de unicel para que la tengan arreglada y bonita. Ahora las pelucas se entregan con corte, no se entregan montadas en bruto, sino que se les da un corte y se peinan para que se las lleven totalmente listas para que las usen o se la pongan”.

Se ha visto que recibir una peluca oncológica favorece el sentido de bienestar de las personas, su autoconfianza, la amabilidad consigo misma, su sentido de pertenencia y reduce su estrés económico.

Donación de plantas

Además, refirió que incorporaron también la donación de plantas, porque notaron que el concepto de cáncer está muy ligado a la muerte. “

A la persona cuando le dicen tienes cáncer esto suele tener un impacto muy fuerte y muchas de ellas tienen ligada la idea de que se van a morir”. Señaló que por eso quisieron resignificar el proceso como un proceso de vida, en donde la persona tenga la capacidad de vivirlo de manera diferente.

“Tienen una oportunidad de pensarlo y sentirlo diferente, no como un proceso que lleva a la muerte sino como un proceso que pasa, pero también puede llevar a la vida”.

Además, muchas de las personas tienen la práctica cultural de acompañar su tratamiento oncológico tomando plantas medicinales, que también ellas mismas se comparten por los efectos positivos de las mismas.

“La gente toma infusiones de hoja de guanábana, cancerina, kalanchoe -tiene agentes que reduce la inflamación de las células-, entonces les damos la plantita por esa parte de la resignificación dándoles a conocer las plantas que ellas mismas dicen que toman y se comparte”.

A partir de eso, dijo, impulsaron una campaña de reforestación de las áreas verdes del exterior del Instituto Estatal de Cancerología y del cuidado de la planta.

“Porque hay muchas campañas para reforestar, pero hay pocas que insisten en el cuidado y el acompañamiento de la planta. Esta idea del cuidado de la planta de la semejanza que tenemos con ellas a las personas les gusta”. La donación de las plantas también ya es una constante.

Se acabó la lista de espera

Nora Patricia Ríos de la Mora recordó que, al iniciar este proyecto en Colima, existía una lista de espera y ahora no, “inmediatamente donamos las pelucas y no solamente a los pacientes que atiende el IEC sino a los del IMSS, Issste, siempre que cumplan con los requisitos. Incluso a las personas que vienen de afuera porque estos talleres no están en todo el país. Han venido desde la Ciudad de México, Guadalajara, porque el instituto en sí provee el servicio a Colima, Jalisco y Michoacán”.

Señaló que la entrega de pelucas oncológicas es en su gran mayoría para mujeres enfermas, ya que los hombres no vienen a solicitar la prenda.

“La peluca también la acompañamos ahora con un taller de respiración para que la gente, a través de la respiración y la meditación, pueda tener control sobre su ansiedad y depresión. Pero también estimular de manera más correcta el cuerpo, porque finalmente el aire es un nutriente para el cuerpo, mientras mejor oxigenemos el cuerpo menos desgaste tenemos, menos inflamación y nuestro cuerpo responde mejor”.

Reveló que actualmente no tienen ya necesidad de cabello porque ya se estableció una cultura de la donación, ya que, por suerte, en el sentido positivo y también un poco doloroso, es que mucha gente ya tiene la experiencia de un familiar, amigo o compañero de trabajo, que ha pasado por esto.

“Es algo que está muy presente en la sociedad completamente y constantemente. Entonces la donación de cabello no es una necesidad, seguimos recibiéndolo, pero por el momento no es algo que se requiera”.

Expresó que la gente puede colaborar con la donación de tiempo sujeto a una planeación; donar insumos como shampoo, cabezas de unicel, tijeras, tela, hilo o las plantas arriba señaladas.

“En el Taller se trabaja solo por las mañanas, tenemos grupos. Cada día vienen distintos grupos a donar tiempo en función de las necesidades del taller. Hay que insistir en que esto no es un taller para enseñar a hacer pelucas, es un taller donde la gente que quiere colaborar viene, y depende de las necesidades del Taller, hacer las tareas”.

Exhortó a la población que quiera donar, siempre y cuando esté en función de lo que necesitan en el Taller, llame al 312 31 62740 extensión 674 con la Dra. Nora Patricia Ríos de la Mora.

Y finalmente hizo hincapié en que las pelucas, de origen natural o artificial, no se venden son gratis, e insistió en que el Taller funciona con donativos, no hay un presupuesto en específico, pero están cobijados por el Instituto Estatal de Cancerología de la Secretaría de Salud.

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