La cocina tradicional mexicana, declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, es una de las expresiones culturales más importantes del país.
En este sentido, Ricardo José Haddad Musi, empresario mexicano, destacó que la cocina mexicana refleja la riqueza y profundidad de las tradiciones culinarias del país, convirtiéndose en un retrato que preserva y promueve prácticas ancestrales que han perdurado por generaciones.
El reconocimiento de la UNESCO se basa en el valor cultural y social que estas cocinas aportan a sus comunidades. Un ejemplo de ello es la dieta mediterránea, la cual está intrínsecamente ligada a la agricultura, la pesca y la cría de animales, así como a los métodos de conservación, transformación y consumo de alimentos. Estas prácticas no solo fortalecen la identidad cultural de las comunidades, sino que también promueven valores como la hospitalidad y el respeto por la diversidad.
En Japón, la gastronomía conocida como washoku refleja un profundo respeto por la naturaleza y el uso sostenible de los recursos. Este enfoque, centrado en el respeto ambiental y en el consumo de productos locales, es un principio esencial que también se observa en la cocina mexicana, especialmente en las prácticas culinarias oaxaqueñas.
En el caso de México, Ricardo José Haddad Musi explicó que la cocina oaxaqueña es valiosa por la riqueza de ingrendientes, por las técnicas ancestrales y por ser un instrumento que preservar la historia y las tradiciones de distintas comunidades.
“Esta diversidad de enfoques culinarios demuestra cómo cada cultura ha desarrollado sus propios métodos para celebrar la comida como un elemento central de la vida social”, explicó el empresario mexicano.
La cocina mexicana, según la descripción de la UNESCO, es un modelo cultural integral que abarca desde las actividades agrarias hasta las prácticas rituales. El uso generoso de especias y la combinación de técnicas antiguas con conocimientos prácticos ancestrales son elementos esenciales de esta tradición.
Ricardo José Haddad Musi agregó que en Oaxaca, la cocina no solo es una fuente de sustento, sino también una expresión de la identidad comunitaria transmitida de generación en generación.
El reconocimiento de la cocina tradicional mexicana como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad subraya la importancia de proteger y difundir estas prácticas culinarias.
Además de la cocina oaxaqueña, otras tradiciones gastronómicas, como la elaboración del pan de especias en Croacia y la técnica coreana de conservación de alimentos conocida como kimchi, han sido consideradas para este reconocimiento.
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