El Paraíso está olvidado y desprotegido por los gobiernos

El Paraíso está olvidado y desprotegido por los gobiernos
El Paraíso está olvidado y desprotegido por los gobiernos

Olvidado y desprotegido por los tres órdenes de gobierno es como se encuentra el balneario El Paraíso, ubicado en el municipio de Armería, coincidieron Prestadores de servicios turísticos, ramaderos, hoteleros y autoridades locales.

Al respecto, Héctor Ramírez Pelayo, presidente de la Unión de Prestadores de Servicios Turísticos del lugar, señaló que es un lugar muy castigado porque los fenómenos naturales destruyen las enramadas, los comercios, que son fuentes de ingreso y empleo; enfatizó en que se afecta a todo Armería y además disminuye la afluencia turística.

«Nos da tristeza porque cada año el mar nos destruye todo, pero lo más triste es que nunca hemos recibido apoyo de ningún nivel de gobierno. Cuando saben que tenemos un siniestro, vienen a ofrecernos ayuda, pero jamás han cumplido. Lo peor de todo es que nunca dejan de cobrarnos el impuesto por trabajar en una zona federal».

Señaló que hay enramadas que llegan a tener daños por 50 mil pesos y hasta 1 o 2 millones de pesos.

«Tenemos más de 20 años sufriendo con las destrucciones por marejadas, y afortunadamente no se han presentado pérdidas humanas».

En tanto, respecto a la preparación de Protección Civil para enfrentar las marejadas ciclónicas, Ramírez Pelayo expuso que es nula, toda vez que estos (PC) nada llegan y avisan que hay eventos naturales que están por afectar a dicha playa, pero nunca vienen a preparar a la gente de una forma física contra posibles daños.

Por ello, ponderó que todos los comerciantes, restaurantes, hoteleros y habitantes de El Paraíso se sienten totalmente olvidados por las autoridades, sin decir que desprotegidos.

Sólo promesas y nulas acciones

Héctor Pelayo detalló que desde el anterior gobierno federal se les prometió la construcción de una escollera.

“Cuando López Obrador visitó el lugar se le hizo entrega de un oficio en presencia de la gobernadora y presidenta municipal, y ellos se comprometieron a llevar a cabo la reconstrucción del balneario y la construcción de una escollera, pero hasta la fecha no hemos obtenido respuesta”.

Por otro lado, Enriqueta González Gutiérrez, propietaria de la enramada Sotavento, expuso que hay preocupación por saber qué tan fuerte van a estar las marejadas este año, y ver qué hace el mar otra vez, porque estos fenómenos destrozan todo lo que está arreglado, y aunque se vuelve a construir, es empezar de nuevo.

Tras ser una de las primeras afectadas por las marejadas presentadas el miércoles anterior, sentenció que el gobierno no los apoya, y que cada quien debe levantarse con sus propios recursos, porque apoyos económicos no hay.

Por su parte, Elías Valdés Sánchez, dueño de la enramada Memo, expresó que las afectaciones en los últimos años han sido cuantiosas; ya que, el fuerte oleaje causa daños de los que se deben levantar; no obstante, precisó que es cada quien, con sus propios medios, porque los gobiernos casi no ayudan.

Asimismo, Don Elías aseveró que una de las posibles soluciones para enfrentar los embates de la naturaleza es construyendo la escollera, pero el gobierno no le quiere invertir dinero; toda vez que dicen que no es conviene y es mucho el costo.

Año con altos riesgos

José Cruz Cárdenas Rosales, Comisario de El Paraíso expuso que hay preocupación porque este año el mar no se retiró mucho y no han tenido respuesta de los tres órdenes de gobierno respecto al proyecto de la escollera.

Además, aseveró que no hay señales de una respuesta afirmativa de parte del actual Gobierno de México para resolver el tema, y señaló que a los comerciantes las fuertes marejadas les representan cuantiosos daños económicos y materiales.

«Son cifras millonarias porque a muchos les tumbó sus espacios en el área norte y ellos no tuvieron dinero para levantarse. Incluso en la zona aparecen hoteles y locales abandonados que están a punto de ser destruidos por la fuerza del mar o un posible temblor”.

De la misma forma, Cárdenas Rosales compartió que, al ser mar abierto, son alrededor de 30 enramadas totalmente desprotegidas, una franja peligrosa que va desde Boca de Apiza hasta Manzanillo, y no existe ninguna zona cerril que los proteja de los embates ciclónicos.

«La escollera no es la solución, pero tal vez nos ayudaría”.

El hotelero César Rogelio Íñiguez Larios señaló que en esta temporada enfrentan una situación compleja porque el mar cada año avanza más, en promedio, metro y medio.

“Antes teníamos hasta 40 metros de playa, y a lo largo de 20 años ese margen desapareció». Y hoy en día llega a invadir hasta las calles.

Por tal motivo, dejó en claro que no están preparados para hacer frente a este tipo eventos de la naturaleza, porque definitivamente no pueden hacer nada, lo que se acentúa al no recibir apoyo de ningún tipo, de parte de los gobiernos.

«Cuando mucho Protección Civil y la Policía Estatal hacen sus rondines, pero solamente se limita a eso».

De ahí que, explicó que hay ocasiones que les ofrecen créditos, pero piden muchos requisitos, garantías y avales; de modo que, no es una ayuda porque hay que pagarlo y la mayoría opta por hacer las reparaciones con recursos propios o de cualquier otra manera.

Íñiguez Larios aseveró que se sienten desprotegidos ante la fuerza del mar, por eso es necesaria la construcción de la escollera para disminuir los efectos que provocan las marejadas, y a la vez, se tendría la enorme ventaja de ser una playa segura con muchos atractivos.

«Prácticamente quedaría una alberca entre la escollera y la playa; además, se sembrarían muchas especies marinas desde ostiones, almejas, algas, pescados o muchas cosas que resultarían atractivas».

También, recalcó que ayudaría mucho porque del restaurante de su hotel, El Paraíso, las marejadas ya le comieron una gran parte.

«Abajo hay mucha piedra que se ha comprado y traído con el objeto de aguantar de cierta manera los temporales, pero cada año resulta insuficiente. Cada año los impactos son más fuertes y constantes van mermando la resistencia de los bloques. Esto es un cuento de nunca acabar”.

Situación poco alentadora

De esta manera, la situación para ellos no es nada alentadora, pues este año se presentarán tentativamente más de 20 huracanes en el Pacífico Mexicano y la afluencia turística en este periodo no es la misma que en Semana Santa y Pascua, incluso diciembre.

Hay afluencia todo el año, pero en comparación con años anteriores, ésta ha ido disminuyendo porque no hay una buena estrategia de promoción por parte de las autoridades turísticas.

 

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