Por: Marcela Aguilar
Ciudad de México, 26 Abr.- El escritor mexicano Fernando del Paso recibió el fin de semana pasado el Premio Cervantes, máximo galardón a las letras españolas en una ceremonia que estuvo presidida por los Reyes de España Felipe VI y Letizia.
Convirtiéndose en el sexto mexicano en recibir dicho reconocimiento, Del Paso abrió su discurso con un manifiesto importante con el que denunció y censuró el desarrollo de un estado totalitario en nuestro país.
Recordando la controversia generada con sus palabras en marzo de 2015, cuando recibió el Premio José Emilio Pacheco a la Excelencia Literaria y en donde también denunció hechos importantes del acontecer mexicano, Del Paso “se tragó la vergüenza” para una vez más alzar la voz.
“Las cosas no han cambiado en México sino para empeorar, continúan los atracos, las extorsiones, los secuestros, las desapariciones, los feminicidios, la discriminación, los abusos de poder, la corrupción, la impunidad y el cinismo. Criticar a mi país en un país extranjero me da vergüenza. Pues bien, me trago esa vergüenza y aprovecho este foro internacional para denunciar a los cuatro vientos la aprobación en el Estado de México de la bautizada como Ley Atenco, una ley opresora que habilita a la policía a apresar e incluso a disparar en manifestaciones y reuniones públicas a quienes atenten, según su criterio, contra la seguridad, el orden público, la integridad, la vida y los bienes, tanto públicos como de las personas. Subrayo: es criterio de la autoridad, no necesariamente presente, que se permite tal medida extrema. Esto pareciera tan solo el principio de un estado totalitario que no podemos permitir. No denunciarlo, eso sí que me daría aún más vergüenza”, expresó.
En el paraninfo de la Universidad de Alcalá en Henares, Del Paso recibió el galardón en el marco del 400 aniversario de la muerte de Miguel de Cervantes Saavedra, donde agradeció especialmente a su esposa Socorro y recordó a Carmen Balcells, su agente literaria recientemente fallecida; y a dos de sus compañeros de letras más entrañables: José Emilio Pacheco y Hugo Gutiérrez Vega.
Luego de un recorrido breve pero muy descriptivo sobre cómo llegó a este mundo, su gusto desarrollado por la lectura gracias a una biblioteca “virgen” que existió en la casa de uno de sus tíos, su necedad para escribir con la mano izquierda y el deber, necesidad y gusto de llorar, bostezar, toser, estornudar, hablar, leer, soñar y desde luego escribir en castellano, Del Paso recibió el máximo galardón que en palabras de algunos, se convertirá en el más importante, significativo y redondo de su carrera, por darse en el marco de la celebración más destacada de la lengua española en todo el mundo.
El autor de “José Trigo” cerró su discurso de forma impecable y con completa elocuencia, refiriéndose nuevamente a su familia y esposa Socorro, no sin antes agradecer a España y al Ministerio de Educación Cultura y Deporte, así como al Instituto Cervantes y al jurado por otorgarle tan grato reconocimiento.
“Agradezco también a mis amigos y familiares presentes, a oíslo Socorro y a mis hijos: Fernando que descanse en paz, a Alejandro, Adriana y Paulina el gran apoyo que me han dado toda la vida. Socorro: perdóname si alguna vez te hice daño: te pido perdón en público. Asimismo y profundamente a la Providencia, a la casualidad o a la causalidad el haberme hecho súbdito de la lengua castellana, a mi país México y a mis padres por haberme dado este lenguaje y sobre todo, gracias a ti, España, mil gracias.”
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